Este proyecto va dirigido a personas que han sufrido una discapacidad sobrevenida que han vuelto a casa y han continuar su proceso rehabilitador y habilitador y, que tienen dificultades a la hora de realizar diferentes actividades de la vida diaria, la comunicación, movilidad, etc.) . Este año hemos incluido a personas mayores con dependencia.
La demanda de los talleres viene dada por los profesionales rehabilitadores del Hospital de la Vall d’Hebron, Fundación Ictus, la ASOCIACIÓN SUPERAR EL ICTUS BARCELONA y CRUZ ROJA
Estos profesionales han solicitado a nuestra entidad poder derivar a sus pacientes y personas usuarias de sus entidades, de poder continuar trabajando diferentes actividades (de forma más vivencial) en el ámbito de las AVD, sobre todo la cocina.
Cocinando los participantes recuperan autonomía de manera lúdica y fuera del entorno hospitalario y/o familiar.

Com  la práctica de la cocina los beneficia en dos dimensiones:
– Por un lado como una práctica más utilitarista, más básica, con una función puramente alimentaria; la cocina como una actividad de la vida diaria.
– Por otro lado observamos la dimensión más simbólica de esta actividad, “la vertiente socializadora de la comensalidad”, ya que día a día nos reunimos alrededor de una mesa con diferentes motivos; con amigos, con familia, …
Estas dos dimensiones convierten la cocina en una herramienta terapéutica excelencia para incidir en el bienestar de personas que han sufrido una discapacidad adquirida y para personas mayores que ha dejado de cocinar.

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