El Periódico. Habitabilidad / envejecimiento activo


Pequeños arreglos en casa para mejorar la autonomía de las personas mayores

Un nuevo programa adapta hogares de ciudadanos de edad avanzada con dependencia o discapacidad.

El nuevo programa para promover obras de adaptación en los hogares es un ejemplo de los Servicios con los que cuenta Barcelona para garantizar un envejecimiento digno, pero hay más. Entre ellos, el programa de Teleasistencia, que en estos momentos atiende a cerca de 60.000 ciudadanos y que les permite contar con un seguimiento telefónico y asistencial las 24 horas. El Servicio de Atención Domiciliaria (SAD), por su parte, comprende actuaciones para ayudar a las personas mayores en su vida cotidiana, en cuestiones como la higiene personal, alimentación, limpieza o lavandería. En ambos casos, este año el presupuesto destinado se ha incrementado.

Para las personas mayores con dependencia o que sufren algún tipo de discapacidad, buena parte de su calidad de vida reside en la posibilidad de seguir viviendo en su casa. No obstante, muchas veces se encuentran con barreras arquitectónicas que les impiden poder desarrollar su vida cotidiana con normalidad y que, al mismo tiempo, comprometen su seguridad. La solución es llevar a cabo pequeñas obras de reforma, pero no todo mundo puede asumirlas, y más en la situación económica actual. Por este motivo, el Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación para la Vi- da Independiente  (AVI) han firmado  un convenio que permitirá la adaptación funcional de los hogares de 620 ciudadanos antes de que finalice el año.

El programa municipal, que cuenta con un presupuesto de 800.000 euros, está dirigido a mayores de 65 años con dificultades para hacer las actividades de la vida diaria, con prioridad para aquellos casos de personas que viven solas o con otra persona dependiente, con escaso apoyo social y recursos económicos limitados. “Queremos una Barcelona con calidad de vida, en la cual se promueva la vida independiente de las persones mayores o con dificultades de movilidad, ayudando al máximo que puedan vivir con las mejores condiciones en su casa”, explicó Maite Fandos, tenienta de alcalde de Calidad de Vida, Igualdad y Deportes. Esto se traducirá en pequeñas intervenciones en los domicilios que permitan mejorar la habitabilidad, autonomía personal y accesibilidad. El acuerdo firmado por el consistorio y la AVI, que ya ha finalizado 94 actuaciones y está llevando a cabo 71 más, permite que los profesionales de los centros de servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona soliciten aquellas actuaciones consideren necesarias y que cumplan los requisitos establecidos. De la misma forma, podrán solicitar estas actuaciones los trabajadores sociales de las Áreas Básicas de Salud, así como los coordinadores técnicos del servicio de atención domiciliaría municipal y los profesionales del servicio municipal de Teleasistencia, que en estos momentos atiende unas 60.000 personas mayores o discapacitadas. “Reafirmamos de esta manera la voluntad de trabajar para garantizar el derecho a un envejecimiento digno, poniendo al alcance de este colectivo los recursos y los servicios que hagan posible la autonomía personal, contribuyendo así al fortalecimiento de las relaciones ciudadanas”, añade Fandos.

VALORACIÓN INDIVIDUALIZADA

Tras este primer paso, la asociación se encarga de hacer un estudio y una valoración individualizada de las necesidades de cada persona, lo que permite diseñar y ejecutar las obras precisas para facilitar la autonomía de la persona a su propio hogar. Por ejemplo, la colocación de pasamanos, rampas y otras pequeñas adaptaciones que supongan mejorar la movilidad de la persona. En el caso de que sea necesario, también se emprenden diferentes tipos de arreglos. En una segunda visita se lleva a cabo la instalación, que dura un máximo de dos días. Posteriormente, la asociación certifica que toda las ayudas han sido colocadas correctamente y que se adapten a las necesidades de la persona. Uno de los elementos clave que permiten a la AVI precisar al máximo las obras de adaptación necesarias para cada hogar es el Centro de Vida Independiente, situado en la sede de la asociación. Siempre y cuando la capacidad de movilidad del usuario lo permita, se le ofrece visitar este espacio con el objetivo de valorar in situ los tipos de productos de apoyo (ayudas técnicas) o arreglos para eliminar las barreras arquitectónicas en el hogar. El área de vivienda del centro de la Asociación para la Vida Independiente reproduce de la manera más fidedigna posible el entorno de una vivienda con sus diferentes espacios y ambientes, divididos entre los utilizados para actividades diurnas (recibidor, sala de estar, comedor, cocina, zona de estudio y terraza) y los orientados al descanso e higiene, es decir, dormitorio y baños. Este espacio real de valoración, de 240 metros cuadrados, también cuenta con un área de atención individualizada, así como un laboratorio destinado a la investigación, desarrollo e innovación de nuevas fórmulas para mejorar la autonomía personal mediante el uso de la tecnología y la domótica. Todo ello para contribuir a mejorar la calidad de vida de las persones con dependencia y discapacidad, así como de sus familias. Un objetivo que comparte el Ayuntamiento de Barcelona y que sitúa como clave de las políticas municipales de bienestar social.

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